Hoy os voy a guiar por Morro Bay (sin W), el pueblo en el que está ambientada la primera parte de $uperficial, «Los ricos también mueren». Se trata de una pequeña localidad californiana, a medio camino entre Los Ángeles y San Francisco, con un oleaje que la convierte en el paraíso de surfistas como Mike Brighton.

Siempre pensé en el pueblo costero donde tienen lugar las aventuras de los Waytt como un híbrido. Por un lado buscaba el mágico paraje de Los Goonies, con sus playas y acantilados, pero necesitaba que incluyera los ingredientes de pesca y fiestas patronales de Sé lo que hicisteis el último verano. Un lugar donde todos se conocieran y no pudieran evitar verse involucrados en cada misterio que aconteciese, como sucedía en Cabot Cove, la aldea de Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen.

Así nació MORROW BAY, con la W final para evitar cualquier cacofonía del lenguaje castellano. Me hacía gracia Morrow porque, como ya he dicho en este blog, es el apellido del actor protagonista de Doctor en Alaska.

Pero ¿Cómo es en realidad Morro Bay? A simple vista llaman la atención su puesta de sol y el peñasco que se adivina en su bahía.

Morro Bay, fundada en 1964, es una ciudad ubicada en el condado de San Luis Obispo en el estado estadounidense de California. En el año 2000 tenía una población de 13,067 habitantes y una densidad de población de 2,177.8 personas por km².

Morro Bay se encuentra ubicada en las coordenadas 35°22′45″ Norte y 120°51′12″ Oeste. Según la Oficina del Censo, la ciudad tiene un área total de 26,3 kilómetros cuadrados (10,2 mi²), de la cual 13,4 kilómetros cuadrados (5,2 mi²) es tierra y 12,9 kilómetros cuadrados (5 mi²) es agua (el 49.2%) .

Según la Oficina del Censo en 2000 los ingresos medios por hogar en la localidad eran de 34,379 dólares, y los ingresos medios por familia eran 43,508 $. Los hombres tenían unos ingresos medios de 31,073 $ frente a los 25,576 $ de las mujeres. La renta per cápita para la localidad era de 21,687 dólares y alrededor del 13.0% de la población estuvieran por debajo del umbral de pobreza.

Por supuesto, todo cuanto aparece en la novela es producto de mi imaginación. El pueblo existe, pero ni las mansiones, ni los establecimientos, ni siquiera el paseo del puerto donde es atacada Suzanne Forrester, son reales. Pero eso es lo bueno de la literatura, que te permite tomar un escenario y moldearlo a tu gusto. Si me dan a elegir, yo prefiero el Morrow Bay para veraneantes, activo, cálido, pintoresco, con cafeterías, restaurantes y fiestas en la playa, donde hay una preciosa plaza en el centro para que actúen bandas de pop como la de Arianne Castillo.

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